domingo, 12 de agosto de 2012

Sellos Angelicos

Sellos Angelicos

En el Zohar (junto al Sefer Yetzirah otra de las piedras angulares de la corriente cabalística) leemos: "Por toda la expansión del firmamento que circunda el mundo existen figuras, signos por los cuales podemos desvelar los secretos y más profundos misterios. Estos signos están formados por las estrellas y las constelaciones, las cuales son para el sabio objeto de contemplación y deleite...". "Quien viaje de mañana muy temprano, que vea hacia el este con atención. Ahí verá algo como letras que marchan en el cielo, algunas elevándose, otras descendiendo. Estos caracteres brillantes son las letras con las que Dios ha formado el cielo y la tierra".

Siguiendo estas instrucciones, muchos sabios se dedicaron a establecer esos caracteres y su lectura, y la historia de esa búsqueda se sintetiza gráficamente en los alfabetos secretos que hoy más o menos conocemos, siquiera en su forma externa.

Paralela a la existencia de un alfabeto místico corre la de un libro o libros con igual capacidad de guiar a la unión o conocimiento de la Divinidad, escrito obviamente con caracteres santos también. En la tradición de misterios occidentales este libro existe desde la creación misma del hombre: después de que Adán pierde el paraíso, Dios lo consuela entregándole un libro por manos del ángel Raziel, libro cabalístico que le permitiría entender el mundo y que llegó hasta Salomón. Este "Libro de Raziel" sería el que le dio al rey israelita el caudal de conocimientos que le ganó fama de sabio y rico. (Actualmente se atribuye a Eliezer de Worms, del siglo XIII, la autoría de este misterioso libro).

Se afirma también que en el Sinaí Moisés recibió una clave para interpretar las escrituras. Todo este conocimiento no se había puesto por escrito hasta que en el siglo V a. C. el profeta Esdras (Ezra en hebreo) se declara obligado a restituir las escrituras, perdidas o adulteradas después de la destrucción del Templo por los asirio-babilonios. Después de tener siete visiones y asistido por ángeles, Esdras dicta noventa y cuatro libros valiéndose de la clave alfabética descubierta; veinticuatro son canónicos y los restantes son escritos esotéricos "para que sólo los sabios los lean". (Lo anterior llevaría a suponer un origen precristiano de la Cábala, junto con el dato de que se conocen ideas cosmogónicas judías del año 150 a. C.).

Al respecto dice Barret en The Magus:

"Entre los hebreos se encuentran muchos estilos de caracteres, de los cuales hay uno muy antiguo, una ancestral escritura usada por Moisés y los profetas, cuya forma no debe ser imprudentemente descubierta ante cualquiera, pues estas letras fueron instituidas por Esdras".

Y agrega:

"Hay entre ellos una escritura que llaman celestial, porque la muestran figurada y colocada entre las estrellas. Hay además una escritura que los hebreos llaman Malachim o Melachim, es decir, "de los ángeles", o "regia", y hay otra que llaman "el paso por el río".

El propio Barret menciona otros sistemas más "que se vulgarizaron y son de uso muy común, como el de los veintisiete caracteres, dividido en tres clases de nueve letras, usado también en la invocación de ángeles y obtención de sus sellos y caracteres". En los grimorios de magia talismánica y ceremonial se advierte el intenso uso de la técnica que consiste en obtener a partir de esos alfabetos celestiales y ocultos los nombres, sellos y caracteres de los ángeles invocados así como la definición de los actos y empresas en que estos intermediarios celestes auxilian a los hombres. Esta función de los ángeles resulta natural en cuanto ellos son también de aire, emanación intelectual de Dios.

Cornelio Agrippa, estudioso ferviente de la Cábala igual que de las lenguas, explicó en sus Tres libros sobre filosofía oculta las maravillosas operaciones que se realizan con los anagramas hebreos, cuadrados mágicos y nombres angélicos descubiertos mediante cálculos.

Guillaume Postel (1510-1581) afirmó que había recibido sus ideas por revelación divina. Leía la voluntad de Dios en las estrellas, pues las leyes eternas estaban escritas en las ancestrales letras hebreas sobre la bóveda celeste. Trazando líneas entre las estrellas se pueden formar letras y palabras. En su obra Absconditorum clavis asevera que para conocer a Dios debe ejercerse un estudio guiado por la perscrutación de las letras sagradas.

Esta idea fue adoptada y desarrollada por otros ocultistas como Jacques Gaffarel (quien escribió: "desde tiempo inmemorial la gente de Oriente leyó las palabras proféticas de las estrellas errantes. Los europeos hemos desdeñado por completo este arte maravilloso. Reuchlin fue el primero que llamó nuestra atención sobre ello y fue seguido por Pico della Mirandola") y otros y aparece aún como tema de Gerard Encausse, Papus, de quien ofrecemos adjunto un escrito sobre el tema.

Los Sellos, entre otras cosas, se pueden utilizar como amuletos. Para proteger la vivienda se colocan a la entrada, en un lugar visible pero disimulado. De este modo protegen de lo que viene del exterior, y al tiempo protegen y cuidan el interior y a sus habitantes.

Según dice la Tradición, para que resulten más efectivos hay que dibujarlos sobre un pergamino o papel vegetal, y con tinta roja.
Alrededor del Sello se dibuja un doble círculo con tinta negra. Y entre esos dos círculos se escribe el versículo del Salmo correspondiente al Ángel con tinta roja. En el exterior de los círculos puede escribirse el nombre del Ángel, también en rojo, y a ser posible en hebreo y con el tipo de escritura "Malachim".


LOS SELLOS ANGELICOS LOS PUEDEN ENCONTRAR AQUI

http://www.angeldelaguarda.com.ar/sellos_angelicos.pdf

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